Cómo sobrevivir al duelo de perder tu navaja 😉

Cómo sobrevivir al duelo de perder tu navaja

Durante estos años, al tener una tienda que vende productos EDC, he llegado a conocer todo tipo de personas y personalidades —pero si algo tenemos en común, es el gusto por las navajas de todo tipo. Nunca es suficiente tener solo una: siempre hay espacio para una más… y, en muchos casos, una regalona.

En ferias de emprendedores, en el local de la tienda o en salidas, muchos me cuentan que han perdido una navaja, y lo que eso significa para ellos. Hay historias de tristeza, de sorpresa, de resignación… e, incluso, de algo que podría parecer una “pequeña tragedia”, según el estado de duelo en que se encuentre el afectado.

Así que me parecía importante escribir un post para darle un poco de sentido a esta vivencia, reflexionar junto a ustedes, dejar ir con gratitud el objeto que nos acompañó, y así dar paso al que vendrá sin que el nuevo aparezca opacado por el pasado.

¿Alguna vez perdiste tu navaja favorita?
¿Esa que vivió mil aventuras junto a ti, que estaba ahí para lo que necesitaras, que era más que una herramienta… era una compañera?
Bueno, estás en el lugar indicado.
Perder una navaja duele —hay algo de lo que muy poca gente habla—: el duelo que eso significa. Pero así como el Fénix renace de sus cenizas, tú también puedes levantarte de esta caída… (o directamente ir por una navaja nueva 😂).

Etapa 1 — La negación:

Buscas por todos lados.
En el bolsillo, en el auto, en el suelo, detrás del sillón…
¡Seguramente aparecerá en el lugar más insospechado!
Pero así como las llaves, eso rara vez ocurre. Y empiezas a pensar que seguramente se quedó en el último asado que estuviste y que algún amigo muy buena onda te la guardó y seguro te la devolverá.

Etapa 2 — La ira:

“¡Cómo he sido tan descuidado!”.
“¡Cómo se me pudo caer!”.
“¡Seguramente alguien se la llevó!”.
“¡Esta navaja era irremplazable!”.

En esta etapa llega la autoflagelación: empiezas a recriminarte, a buscar culpables —por lo general, tú— y a sacar de tu propia carpeta mental todos esos autodescalificativos que tan bien conocemos.

Parece todo perdido, pero tranquilo… eso se cree, pero sabemos que el mercado tiene soluciones 😂.

Etapa 3 — La negociación:

“Si aparece, prometo que… limpiaré más seguido la navaja… apenas termine de usarla, la guardaré… o… ¡la llevaré siempre en su funda o en el mismo bolsillo!”.

En esta etapa empiezas a buscar promociones, descuentos, ofertas, o a recorrer todas las páginas que encuentres —porque, quizá así, encuentres una que sea casi tan buena como la que perdiste— 😂.

Etapa 4 — La depresión:

“Nada va a ser igual sin ella… era la más afilada, la más cómoda…”.
“Mi EDC tiene un vacío que nada va a completar…”.
Hasta te parecen más adecuadas las canciones de desamor 😂.

Pero ojo: el vacío tiene cura.
Se llama agregar una navaja más a tu colección.
Así que tranquilo… si estás en esta parte, ya falta poco.

Etapa 5 — La aceptación:

Así como el acero más afilado puede perder el filo, así también una persona puede dejar ir lo que cree indispensable.
Pero eso significa que… estás listo para buscar tu próxima navaja favorita.
¡EnBeginning.cl sabemos que eso es parte del camino!
Así que si estás de duelo, aquí estamos para ayudarte a dar el paso hacia el futuro.

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